Expresando esta aspiración nacional y los hechos que estaban ocurriendo, La Asamblea Nacional Constituyente la noche del 4 al 5 de agosto de 1789 declaró abolido el régimen feudal. Pero aún no se cuestionaba la autoridad del rey. Salvo el club de los cordeleros y los sans culottes, nadie exigía la destitución del rey y la instalación de una república. Hasta ese momento la revolución había producido una monarquía constitucional, en remplazo de la monarquía absoluta. Las cosas cambiaron cuando la familia monárquica se fugo de París con rumbo al extranjero, el 20 de junio de 1791. Descubiertos, detenidos fueron regresados a París ya como prisioneros y bajo custodia. Entonces las consignas de los cordeleros y los sans culottes de destitución del rey por traidor y la instalación de una república, desechando la monarquía constitucional, tomaron mucha fuerza. Pero, finalmente, bajo la figura de que no se había fugado sino que había sido raptado, los girondinos perdonaron al rey y ratificaron la Monarquía Constitucional, ahondándose las diferencias con los jacobinos, los cordeleros, la Comuna de París y los sans culottes.
El 13 de de septiembre de 1791, la Asamblea Nacional Constituyente promulga la primera Constitución francesa reformando el estado de monarquía absolutista a monarquía constitucional. Proclama la libertad de pensamiento, de prensa y religiosa. Suprime la nobleza y sus distinciones hereditarias, las órdenes de caballería, suprime las corporaciones y gremios feudales para establecer el libre acceso a los oficios y funciones, establece la inviolabilidad de la propiedad privada, la educación básica libre y gratuita, la asistencia pública para los desvalidos, se declara la igualdad de los ciudadanos ante los impuestos, se establece el derecho al voto solo a los hombres que pagan impuestos, llamada elección censitaria (votan los ricos) e indirecta, ya que las autoridades las eligen los delegados. Las mujeres y los pobres son excluidos del sistema electoral. Instaura la división de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Pero con la gran concesión de que el ejecutivo quedaba en manos de la monarquía, en el rey Luis VXI que tenía el poder de veto político, nombrar y destituir ministros. Aprobada la Constitución de 1791, la Asamblea Nacional Constituyente cesa en sus funciones y es reemplazada por la Asamblea Legislativa el 30 de septiembre de 1791. El sufragio censario dio el control de la Asamblea Legislativa a la gran burguesía representados por los girondinos, que sostenían a la monarquía constitucional.
En abril de 1792 Francia entra en guerra contra el imperio austro húngaro y el reino de Prusia que pretenden restaurar el antiguo régimen feudal. La Asamblea Legislativa toma medidas contra las fuerzas contrarrevolucionarias internas, principalmente contra el alto clero, pero que el rey Luis XVI en su condición de monarca constitucional y jefe del ejecutivo, veta las medidas. El 20 de junio una multitud invade las Tullerias, obligan al Rey ponerse el gorro frigio de los sans culottes y beber licor a la salud de la nación. Los girondinos buscan proteger al Rey. El 3 de agosto las tropas prusianas y austriacas avanzan hacia la frontera francesa exigiendo que se restablezca el absolutismo.
La izquierda declara traidor al Rey, exige su destitución y la convocatoria a una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal y dan un plazo a la Asamblea. Pero la Asamblea Legislativa monárquica constitucional rechaza el pedido. El 10 de agosto detona la insurrección de los cordeleros, la Comuna de París, la Guardia Nacional y las secciones de milicias de París con los sans culottes a la cabeza. Los insurgentes asaltan el palacio de las Tullerias y vencen la resistencia armada monárquica. El Rey Luis XVI y su familia buscaron la protección de la Asamblea Legislativa, pero esta, presionada por los acontecimientos lo abandona a su suerte, lo suspende de sus funciones de rey constitucional y lo detienen. Al mismo tiempo, se convocó a una Convención Nacional elegida por sufragio universal, que asumiera todos los poderes del estado y redactara una nueva constitución. Cuando la Convención Nacional se reunió el 21 de septiembre de 1792, proclamó la República Francesa. Luis XVI, es sometido a juicio, declarado traidor y condenado a muerte. Lo guillotinaron en enero de 1793.
Pero, poco a poco, la delegación sentada a la derecha de la mesa que dirigía los debates, los girondinos, contando con 175 delegados de los 749 que componían la asamblea de la Convención, llegaron a controlar el gobierno desde 1792 a 1793. En las bancas centrales se sentaban los diputados indefinidos o de facciones menores, denominados “el llano” o “el pantano”. Los jacobinos y cordeleros se sentaban a la izquierda de la mesa de debates y los demás representantes revolucionarios, atrás en las bancas altas, en “la montaña”. Los girondinos, representantes de la gran burguesía impulsaron las medidas que favorecían el desarrollo de la industria, pero a la vez buscando que las medidas revolucionarias no afecten a sus intereses, terminaron por desarrollar su alianza con la monarquía y apoyados por sectores de “el llano”.
Respecto a los obreros, la gran burguesía o girondinos, consideraba peligroso para sus intereses la aplicación del liberalismo, y el 14 de julio de 1791 hicieron aprobar en la Asamblea Constituyente una ley que prohibía las asociaciones obreras y las huelgas. Respecto a la solución revolucionaria del problema agrario, la renta agraria, la revolución en la propiedad de la tierra, los girondinos frenaron deliberadamente la legislación. Su política se oriento a obtener la gran propiedad terrateniente, en apropiarse de las mejores tierras de producción en detrimento de los demás sectores campesinos. Eso obstaculizaba la confiscación y venta de los bienes de la nobleza, la monarquía y el alto clero dirigidos a financiar los gastos del gobierno revolucionario.
La política de los girondinos, durante la revolución de 1789 hasta 1794 frenaban las medidas para la abolición del régimen feudal y la solución del problema agrario. Solo bajo la presión de los jacobinos, el ala revolucionaria de la Asamblea Constituyente y “la montaña”, los sans culottes y las masas campesinas, cedieron concesiones parciales. La defensa de los intereses de la gran burguesía era el eje de la política de los girondinos y ello los llevó a la conciliación con los intereses de la propiedad feudal. Para garantizar el desarrollo de la renta capitalista, los girondinos defendían la renta feudal.